Presentación de la obra de Marcelo Seguel Bon

(Clementina Peña Pedreros. Lic. en Estética)

En Temuco, andando ya el año 2021, vive y crea Marcelo Seguel Bon un artista literario que es necesario conocer y reconocer. Es dueño de una forma particular de ver, en una época donde pensaríamos que dejó de existir la originalidad. Obviamente que hay formas literarias y discursos culturalmente aceptados, utilizados como herramienta para crear en un lenguaje conocido; sin embrago, el autor posee una “forma identitaria” de escritura; es honesto y transparente para emitir juicios e ideas, violentas a veces, pero que parecieran apaciguarse con la riqueza del lenguaje que emplea en sus obras.

Logra situarnos en lugares comunes, los que adorna con tiempo indeterminado. Lo anterior, permite evocar a manera de un déjà vu o de simple vivencia pasada que lleva a quien lee por un portal de identificación y de esa manera la obra trasciende, describiendo acciones e ideas que se repiten en nuestra sociedad. Con su obra podemos estar transitando en un espacio cómodo o conocido y abruptamente, saltar a otro tiempo y/o espacio. Esto es lo que hace único el mundo de Marcelo Seguel Bon, los vaivenes de sus letras son los vaivenes de su arte vida, de su ´paso por este mundo…estamos en presencia de la verdadera línea del tiempo, aquella llena de sinuosidades, sorpresas y hallazgos. En una frase creemos encontrar un significado y en la siguiente se derrumba por un cambio abrupto de personajes, espacio y/o tiempo. Pero este supuesto “desencuentro” es sólo un velo superficial de un discurso muy bien hilado en un aparente entrecortado discurso. En la obra de Marcelo Seguel Bon nos encontraremos con un lenguaje perceptivo y emotivo y que se debe ver o al menos intentar ver, no sólo entendiendo el conocimiento multicultural del autor, sino además unir el bagaje cultural del lenguaje común – lenguaje local – lenguaje literario – lenguaje del alma…una combinación difícil pero no imposible de lograr si nos enfocamos en sentir su obra en vez de pensarla.

Para entender una obra es importante el conocimiento de su autor. Para ello, Marcelo Seguel Bon creó la siguiente autobiografía, les invitamos a leerla:

“Nací en Santiago de Chile, un 11 de mayo de 1963. A mis 8 años, mi familia se trasladó –por motivos laborales de mi padre- a Valparaíso; por lo tanto, la sinuosidad y la cadencia del puerto, el mar y lo oceánico han sido elementos recurrentes en mi obra. El brutal golpe de estado del 11 de septiembre de 1973 y la cruel, sangrienta y extraña dictadura me marcó profundamente; los bandos y comunicados militares también marcaron, inconscientemente, mi forma de escribir: líneas escuetas, breves, deshilachadas, sin certezas como un telegrama del vacío y la soledad. Entre los años 1983 y 1987, estuve en la ciudad de Temuco, estudiando Pedagogía en Castellano en la Pontificia Universidad Católica de Chile; proyecto que no terminé debido a una dura enfermedad nerviosa. Debo agregar que desde niño leí mucho y de todo lo que llegaba a mis manos. Igualmente, pasó igual con el cine y la música. Estoy recordando, “El Decamerón” y “Los Cuentos de Canterbury” de Pasolini en el viejo y roñoso Cine Lux del Valparaíso y el disco “The Mad Hatter” de Chick Corea. A mediados de 1988, salí de Chile por el puerto fronterizo de Arica; vagué, caminé, recorrí en camiones, en buses, a pie, toda Latinoamérica durante un año. Conviví con los Kogui en la Sierra Nevada de Santa Marta en Colombia. Finalmente, recalé en Venezuela el año 1989. Desde 1989 a 1992 trabajé como guía turístico y hostess de empresas norteamericanas en Isla Margarita, Venezuela. Desde 1992 hasta el año 2000 trabajé como asesor comercial para empresas navieras y de transporte internacional en Caracas. También, durante esos años, fui seleccionado para participar en diferentes talleres de creación literaria en los espacios del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (CELARG) de Caracas con grandes y consagrad@s escritor@s como Igor Barreto, Miguel Márquez, William Osuna y Judit Gerendas. Cuando llega el Comandante Chávez y la revolución, comienzo a trabajar como Especialista del Libro para el Ministerio de Cultura de Venezuela. El año 2006, la Editorial El Perro y la Rana me publican “Los Paisajes Imposibles” y, también, durante esos años participo en varias versiones del Festival Mundial de Poesía de Caracas compartiendo recital junto a poetas como Ernesto Cardenal, Sam Hamill, Martín Gambarotta, Rosa Chávez, Ximena Benítez, William Osuna, etc. Desde mi labor como Especialista del Libro me tocó organizar una infinidad de recitales, ferias y expo ventas de libros, encuentros de escritor@s, conversatorios, etc., en diferentes lugares de Venezuela. También, dí clases de lenguaje y literatura en diferentes establecimientos educacionales y durante ese tiempo, mis textos son incluidos en diferentes antologías de poesía latinoamericana. El año 2016, producto de la grave crisis económica y la violencia política en Venezuela, decidimos junto a mi familia, regresar a Chile. Desde marzo de 2017, trabajo como asistente a la educación y encargado de una biblioteca CRA del Instituto Claret de Temuco desde donde organizo talleres y concursos de creación literaria. El año 2017, Ediciones Madriguera de Venezuela publica mi segundo texto llamado “Yasuri del Mar Guasare”, el cual fue publicado intencionalmente de manera digital con el fin de que el texto viaje a través de correos y redes sociales.

Actualmente, soy estudiante de astrología, tarot y numerología y, llevo la página Facebook, “Desiertos del Sector Siete”

Mi recorrido de formación educativa y cultural ha estado marcado por personas como Enrique Eilers, Raúl Caamaño, Javier Rojas, Miguel Márquez, Hugo Chávez Frías y autor@s y creador@s como Maffud Massis, Pier Paolo Pasolini, Gonzalo Rojas, Mahmoudan Hawad, Ernest Hemingway, David Lynch, Alejandro Jodorowsky, Chick Corea, John Coltrane, Cecil Taylor, Matana Roberts, Virginia Woolf, Wilson Bueno, Néstor Perlongher, Osho y un largo etcétera. También, mi formación le debe tributo a la naturaleza latinoamericana; el Río Amazonas, la Península de Paraguaná, el sur de Chile, el Desierto de Atacama, la Selva de San Camilo y el mar de Chile. Finalmente, no puedo dejar de nombrar el enorme legado de pueblos originarios como los Selk´nam, el pueblo mapuche, los Kogui y los pueblos naciones Guajira, Pemón y Warao.

Mis intereses literarios comenzaron a germinar a raíz de la lectura del texto “Las leyendas del Cristo Negro” de Maffud Massis (mi libro iniciático), el cine de Pasolini, Margarette Von Trotta, Rainer Werner Fassbinder y otr@s. Autores como Mark Twain, Ernesto Sábato, Graham Green, Juan Carlos Onetti y otr@s autor@s fueron importantes en esa primera etapa de formación literaria. La música de Chick Corea, John Coltrane, Herbie Hancock y otr@s músic@s fueron semilla importante de igual forma, pero el golpe de estado del 11 de septiembre de 1973, la larga y triste dictadura, mis procesos depresivos y mi viaje por Latinoamérica fueron el “empujón” para comenzar a escribir y a escribirme.

Siempre he escrito para autoexplorarme, para autoconocerme; por lo tanto, lo que he escrito es el reflejo oculto, pero verdadero de lo que soy y he sido. Sin mayores pretensiones, he escrito para iluminar y dejar señales de mi camino vital. Escribir para mí ha sido la posibilidad de aunar criterios sobre mi vida; ha sido la posibilidad de dejar un testimonio y enfatizar en esa consciencia de muerte. Sin duda, escribir es luchar contra ese dogma tan importante que es la muerte; es lanzar un mensaje dentro de una botella hacia el infinito mar de la vida.

Me gustaría que mis textos fueran un punto de encuentro entre l@s lector@s y mi persona. Ojalá pudieran encontrar señales de ruta, vías de esperanza, gestos, atardeceres, caminos múltiples, orden-desorden para este mundo en permanente orden-desorden, trampas y caminos para perderse con la ilusoria esperanza del reencuentro. Desde el punto de vista político (sin dejar de decir que todo texto es político) quisiera negar lo que nos han legado, proponer un desorden de los sentidos e imponer una nueva forma de vida, de encuentro, de moral y una nueva forma de mirar la vida.”

Los deseos expresados por Marcelo sólo se pueden concretar a través del encuentro con sus lectores y lectoras. Les invitamos a disfrutar de una obra imperdible.

Por último, contar que la página web  de escritores y poetas chilenos www.letras.mysite.com recientemente publicó su obra “Yasuri del Mar Guasare”. Felicitaciones y parabienes para Marcelo Seguel Bon y gracias por confiar en nosotros.